El acusado se dirige al juez.
- ¿De manera que no puedo decirle "Vaca" a mi suegra?
- De ninguna manera caballero, pues incurriría en injuria.
- ¿Y si a pesar de esto, se lo digo?
- ¡Pues, puedo mandarlo a la cárcel!
El acusado medita, sin duda alguna reflexionando en sus palabras y continúa:
- Pero, ¿Puedo decirle suegra a una Vaca?
- Pues claro. Nada ni nadie se lo prohíbe.
Entonces el reo se dirige a la denunciante y haciéndole una reverencia le dice:
- Buenas tardes mi querida suegra.
- ¿De manera que no puedo decirle "Vaca" a mi suegra?
- De ninguna manera caballero, pues incurriría en injuria.
- ¿Y si a pesar de esto, se lo digo?
- ¡Pues, puedo mandarlo a la cárcel!
El acusado medita, sin duda alguna reflexionando en sus palabras y continúa:
- Pero, ¿Puedo decirle suegra a una Vaca?
- Pues claro. Nada ni nadie se lo prohíbe.
Entonces el reo se dirige a la denunciante y haciéndole una reverencia le dice:
- Buenas tardes mi querida suegra.
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