"Reír debería ser una obligación porque nos hace más felices"
Manuel Guisande

La suegra

El acusado se dirige al juez.

- ¿De manera que no puedo decirle "Vaca" a mi suegra?
- De ninguna manera caballero, pues incurriría en injuria.

- ¿Y si a pesar de esto, se lo digo?
- ¡Pues, puedo mandarlo a la cárcel!

El acusado medita, sin duda alguna reflexionando en sus palabras y continúa:

- Pero, ¿Puedo decirle suegra a una Vaca?
- Pues claro. Nada ni nadie se lo prohíbe.

Entonces el reo se dirige a la denunciante y haciéndole una reverencia le dice:
- Buenas tardes mi querida suegra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario